Una de las cosas más difíciles para una madre o un padre es ver a su hijo/a sintiéndose mal. Ante situaciones así, lo primero que queremos hacer es averiguar rápidamente qué ha pasado, por qué, quién es el causante y ponerle rápidamente una solución que alivie el malestar de nuestro hijo/a. Pero qué pasaría si, en estas situaciones, lo mejor que podemos hacer por nuestros hijos/as es dejar que experimenten lo que sienten (que lloren, se quejen, se lamenten, etc) y que lo experimenten hasta que ellos/as mismos/as logren dominarlo. ¿Podrían? ¿Sería bueno?
El Laberinto De Los Límites
Los límites con los hijos/as es una de las cuestiones que, con más frecuencia, inquieta a los padres. En general, están de acuerdo en que hay que establecerlos pero cuáles poner o cómo hacerlo genera más de un dolor de cabeza en el seno de las familias.
Ser Diferente
Cuando era pequeña me acuerdo que en la televisión salía un personaje muy famoso que se llamaba Bibi Ándersen (ahora mejor conocida como Viviana Fernández). Para mí se hizo famosa el día que mi madre me dijo que antes había sido un hombre pero que se había operado y ahora era una mujer. No recuerdo ningún tono especial en la forma de decirlo de mi madre pero a mi me dejó en shock, no lograba entender como alguien se podía cambiar de sexo y, sobretodo, por qué querría cambiarse de sexo, algo tenía que estar mal con esa persona.
Las Discusiones De Pareja y L@s Hij@s
En este breve entrada abordamos algunas estrategias muy sencillas que podemos implementar para ayudar a que los conflictos y discusiones que tienen lugar en la pareja afecten lo menos posible a los hijos/as.